El habitante del otoño

Autor: Rubén Darío Florez

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Todo llega cuando tiene que llegar

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Autores del romanticismo español e inglés fueron los que me marcaron en el principio y me atraparon en la literatura. Después fueron llegando a mí autores de otros países: alemanes, rusos… Tengo varios libros de Pushkin, novelas y algo de poesía; pero ayer recibí uno muy especial. Por la tarde llegaron a mi casa dos libros de la editorial Pre-Textos que recibí con mucha ilusión, como podéis imaginar:

⭐Uno es «El habitante del otoño», de Alexander Pushkin, con edición y traducción de Rubén Darío Florez.
Y con él venía
⭐»Cámara nupcial», de Jorge Esquinca, escritor mexicano con un currículum literario- cultural brillante.

Con «El habitante del otoño» en mis manos, y como es de suponer, lo primero que hice fue recorrer la portada con mis dedos para descubrir su textura, siguió el abrirlo, olerlo, hojearlo, sí, así, con hache porque lo hojeé, pasé sus hojas. Después lo ojeé despacio, esta vez sí sin hache, y en alguna que otra página el ojeo me llevó a lectura concentrada.

Amigos, tengo en mis manos un libro bilingüe. A la izquierda los poemas de Pushkin en ruso y a la derecha la traducción de Rubén Darío Flórez. Leo el poema en mi lengua y miro los caracteres del cirílico, azbuka, pintando el poema. No sé ruso, pero me encanta ver el poema en su lengua original porque ahí está más Pushkin y completo la conexión con él… Me atrapa.

Pasado un rato hago lo mismo con «Cámara nupcial». Empiezo mi ritual de observación y lectura y me sorprende gratamente lo que voy encontrando.

Así que he empezado a leer detenidamente y aquí estoy ahora con Pushkin escuchándolo hablar en versos preciosos que rasgan el tiempo y que me meten de lleno en su momento, aquel en que se pone delante de la página en blanco y escribe desde el alma para el alma…

«¡Es hora amigo mío, es hora! Pide paz el alma,
en filas se van los días y cada hora nos arranca
un pedacito de ser […]» pág.261

«Donde al mirar hacia las olas,
el preso recordará el sonido de la espada,
y el helado horror del alba […]» pág.101

En el «El habitante del otoño» no hay sólo poemas, hay más documentos de Pushkin y una explendida y enriquecedora introducción de Rubén Florez.

De momento, comparto con vosotros estos dos libros y sigo leyendolos. Ya os contaré.

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Feliz fin de semana 😘🌹 Sed felices.

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Mara Romero Torres

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