Antonio García Vargas, España
Antonio García Vargas, nacido en Almería, España, en 1942. Profesor de F.V. y Formas Métricas Clásicas. Diplomado en Psicología. Asesor en distintos metros clásicos griego y latino en USA y Canadá. Miembro Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Miembro de la Asociación Canadiense de Hispanistas. Miembro de WAAC – WCP (Academia Mundial de Artes y Cultura). Miembro del Departamento de Creatividad de Dreamworks, USA. Presidente de la Comunidad Internacional Poetas por la Paz. Sus trabajos figuran en el Archivo Mundial de Poesía de UNESCO, en el Instituto Cervantes, en los archivos de la Academia Iberoamericana de Poesía y en diversas Instituciones y Universidades de todo el mundo.
Premio “Formas fractales en la poesía” Brasil 2003. Premio “Boa Pessoa” Brasil 2004.
Premio Asociación Literaria Juan Uceda, España 2005. 2º Premio BBC World de relato corto, abril 2005. Premiado I Certamen de Haiku RENFE, España 2006. Premio de Poesía Congreso Mundial de Poetas 2008 concedido por WAAC (Academia Mundial de Artes y Cultura). Primer Premio Internacional de Poesía Hispanoamericana, CUPHI 2010, Tijuana, Baja California, México. Y otros…
Últimos libros personales publicados desde 2008: INTIMÍSSIMO; Y TÚ COMO SI NADA; JARDÍN ANDALUSÍ; CARPE DIEM; YO SÉ; SALIVAS BAJO LLAVE; SONETOS DE SHAKESPEARE EN HEXÁMETROS (I); ALMERÍA TEMPRANA; 90 GRADOS; PUNTOS SUSPENSIVOS; EFECTO MARIPOSA.
(Todos bajo el sello editorial de Bubok Publishing, S.L.)
ooooooooooOOOooooooooo
Acerca de las joyas poéticas, que enseguida vamos a disfrutar, nos dice el autor:
“He incluido un soneto isabelino como postre, escrito en hexámetros dactílicos (el metro que usó Homero hace casi 3.000 años) para que disfrute el lector avezado en metros difíciles. Es una fórmula métrica que es más compleja que una partitura musical, tanto que solo un poeta acostumbrado a hincar los codos se la puede permitir. Desgraciadamente se cuentan con los dedos de una mano los poetas, en todo el mundo, que hacen hexámetros a nivel profesional, lo cual es una desgracia para la poesía de altura. Uno de mis libros, “Sonetos de Shakespeare en hexámetros” está compuesto exclusivamente por hexámetros. Hice una traslación de los sonetos del genio, escritos en pentámetros yámbicos endecasílabos, con sus cinco ritmos por verso, a hexámetros castellanos de 17 sílabas y seis ritmos por verso. Una labor de chinos pero a mí me gustan los retos de esta categoría.
Las piezas que envío pueden parecer un tanto complejas, no sé. De todas formas, en esta selección los hay serios, menos serios y hasta dramáticos, escritos con diversas formas y modos. En alguno de ellos el lector deberá trabajar un poquito y situar puntos y comas si quiere enterarse de qué va el asunto. El penúltimo poema es un guiño a Granada: un soneto clásico dedicado a Lorca.
Espero que os gusten.”
¡Ay, Dios, qué comí que me sabe así!
—A Góngora—
Allá,
en el otro extremo de la cama
tu carne pálida turgente
resbalando.
Aquí
enhiesta bandera mástil
aquilón de estambre.
Miro miras miramos
brincan locos pasionales vivos
los cuerpos
palpa el éter la penumbra
la cántara se derrama.
Alborea
la mañana en tus pechos
de avispa
calcomanía de un instante
sin prisas sin pausas.
Aleteo de pájaro erecto cíclope
espolón espada barro
pezones de arena turbia
gritan jadean claman.
Las pelvis clamorosas
se elevan se contraen
azucarillo exangüe
que diluye el aire.
Exótico contubernio
escorpión de jade
el horno acoge al semen huele
la roja raja rosa de los vientos
a pan tostado.
Horizontes de espuma a lo lejos
explota el trigo limbo inabarcable
lengua reptante culebrina
diente con diente
mascando el polen de puntillas
… tan temprano.
oooOooo
En la suite sinfónica de Korsarkov con Sherezade
Eléctrica muchacha positrónica sílfide
surgida de la nada apócope
de trino anhelo lava.
¿De qué universo vienes hembra?
¿Dónde tejiste esa tela de araña?
¿Qué cuál dime dónde cuándo?
Tu boca en el silencio
redujera mi abscisa tajo a tajo
en tu oreja bajo el ojo
de la implacable disonancia
maullara.
¿Qué hace ese leopardo
que a ciegas ruge gime aúlla
desde la umbría rumor fugaz de tu sobaco?
Esa melena negra
esa pestaña sucia esos espejos
anclados en el techo de tu cama
modelando
tus triángulos inversos traslúcida
vestal de porcelana.
Mi cautelosa esfinge maragata
rabiosamente
mordisqueara el sedal de tu garganta
la nívea cordillera de tus pechos
descalzo patinara.
Asido a las yemas de tu sangre
fondeárame
apenas leve barca
en la tibia bahía de tu vientre
la rima de los locos visionarios pasionales
en pentámetros yámbicos
compusiera.
De juerga con el lince y la avutarda
bordando madrugadas sin pedales
en tu punto y seguido
saltando entre las comas el paréntesis
salado te besara.
oooOooo
De pendones y bestias
Penúltimo humedal, laguna yerta,
historias inventadas
secándose al calor de los braseros
en noches de miseria.
Medievo en las entrañas de una raza diferente,
caciques que cabalgan con trapos por bandera,
sus trajes de hojalata, su bigote,
filósofos de paja con espada.
(Madrid del treinta y seis, España era una fiesta
que se acaba.
¿Se acaba…?)
Cenáculo de dudas, avatares, verso errante
que esparce un tenue ritmo, hueso sacro donde el pubis
languidece, son restos de una España derramada,
oasis de un desierto inabarcable
que linda en su frontera con la Nada.
De tus pechos la miel es marejada, tu labio
desdén condescendiente,
refajo, negro tul, guadaña enarbolada,
un áspid venenoso es tu presencia, la cinta de tu pelo
es burda trampa.
Las cruces de ceniza que en las frentes
(estrellas de David carbonizadas)
pintaban los apóstoles y santos, los bordes del camino
retumbantes, mostraban
las vísceras del tiempo, macabras calaveras
con polvo en sus gargantas.
Las cinco, madrugada, el tiro por la espalda,
sin color las pasiones, desatadas,
no existe norte o sur,
mueres o matas,
las tapias de los viejos cementerios
encaladas con sangre aún caliente,
índices acusando al infinito…
agonizantes.
De niño me decían que no fue cierto;
que fueron solo historias inventadas.
oooOooo
Hoy pienso escribirte un poema de amor
Abro la puerta y salgo al trasluz
sin nada en qué pensar, sin ganas de vivir.
¿Qué hago? ¿Tomo el tren? ¿El bus? ¿El metro? ¿El milímetro
escaso de cordura que aún me queda y me reciclo?
Quisiera que supieras de mis dudas,
del paquete de penas y temores que transporto a la espalda,
quizás tú ya conozcas de mis ansias,
tal vez sepas que pienso cada tarde escribirte un poema
mas no logro encontrar la palabra adecuada.
Quisiera regalarte el primer beso con el que te corriste,
aquel abrazo tierno que me inventé una tarde,
un punto de locura con que apagar nostalgias
o aquel viaje a París que nunca llega.
Miro a mi alrededor, veo mil caras,
me siento en la terraza en cualquier bar de cualquier parte
y pienso en escribirte los versos más hermosos.
En una servilleta garabateo tu nombre
con un te amo al lado, el bobo corazón con su flechita,
dentro nuestros nombres, nada más, tan solo eso
y me abandona el aire, las musas se me alejan.
Desesperadamente necesito despejarme,
buscar la inspiración que se me niega, encontrarla,
decirte lo que siento en un poema milagroso
que no llega, mi amor, que no me llega.
Observo entre las mesas, solo hay caras, máscaras vacías,
rostros circunstanciales, hojarasca,
una señora rubia que me mira sin mirarme,
un señor con bigote y un paraguas,
pasa una bicicleta, un tranvía, pasan trozos de vida…
En el escaparate veo falditas Balenciaga, ¡qué bonitas!,
veo trajes de fiesta, camisas, pantalones
y el reflejo en el vidrio de un joven con una Coca Cola
que pinta corazones y flechitas en blancas servilletas
mientras planea el modo de escribir este poema.
oooOooo
Ficciones entre léxicos y cuerpos desnudos
Palpé en el lado derecho
hasta encontrar el olor de Carmen en mis axilas.
Por si acaso, bajé la suave pendiente de basura
con la mano izquierda alzada.
Caía una nieve lisa, sin relieves, que presagiaba
un descenso probable al mundo catávico.
La fisura conspirativa
disimulaba el borde circular de las calles
y la fórmula literaria mordía los límites de una entidad difusa.
Toda proposición maniquea
lleva al exilio de la singularidad
y cerrar el hilo depende de la conjunción, plasticidad y tino
de la prosa al ser sometida al movimiento de la sangre.
El encadenamiento narrativo del acto
se muestra como única y singular alternativa
al discurso universal de una época furtiva que rebasa
los límites del discurso universal de los cuerpos.
Hombre, mujer, (arcilla)
mujer, hombre, (mortero)
momento, momentos, leve instante, toma tres del acto,
extrañeza del sentido,
algo que discurre entre los dedos perdido para siempre
tras el eclipse indiscernible de dos rostros; los nuestros.
Habrá que desempolvar el verso enunciativo
de la convulsa entraña borde página en blanco
para sacar del sepulcro estructural
los matices prosódicos que torturan el ritmo
endiablado de los cuerpos.
oooOooo
Cortado y media de mantequilla
Captura del instante,
percepción,
afección,
neurosis,
disfunción de sintaxis, ritmo exangüe
perfilando la leve esencia del existir.
La bota hundida hasta la rodilla
sin indicio de hormigueros
ni cúpulas distorsionadas.
La suma del olvido
puntúa con precisión relaciones equívocas
y tensiones,
épica de máquinas y proyecciones,
frágil itinerario de cárceles inventadas
y soldaditos de plomo acechando
entre el apéndice y la clave del enigma.
Secreto nexo que discurre
entre genealogías errantes,
gnosis literarias
y apertura indolente de piernas a oscuras,
sumisión encefálica, recto laso, esfínter neutro
para gozar subrepticiamente feliz.
oooOooo
Doble virtud entre herida y maquillaje
Junto al boceto del vidrio
hay un flujo de luz inesperada,
un pincel de finopelo
y una caricatura emergente
que surge de la nada.
Esconde la paleta secos coloridos,
pulsiones discontinuas
en vientres de las vírgenes,
gárgolas y avenidas fragmentadas,
elipsis del boceto inacabado de una boca
que finge ser destello de la máscara
… y alguna alondra enferma.
Hay dos círculos labio en una cara,
en el rictus leve lágrima,
asido al pecho un relieve paisajístico,
en el talle, apacentando hastíos,
la ausencia de la bestia inabarcable
que entre gritos se desgarra en remolinos.
Y en los ojos la noche,
velocidad y trazo que aguardan
—horror y maquillaje—
al monstruo alarido verga y verbigracia.
oooOooo
Concierto polifálico de los sexos
Amor: tropo singular, adormidera mental
que lleva a la explosión de pliegues pasionales,
cultivo de lágrimas y sonrisas,
explosión catastrófica final
sin paliativos.
El amor sin sangre altera el éter;
más que amor es circunstancia
—pienso—.
El rito sexual lleva a la saliva que asciende
a rebasar el núcleo primario del deseo
disimulando el amor hasta hacerlo transparente
en un alejamiento total y absoluto
de la suciedad imperante.
La violencia del gesto en el acto
—entendida como ente estético pulsante—
origina la sinfonía de los cuerpos,
en la purificación de lo agreste del tempus
hay siempre un punto de inflexión
que se inmola; en su vértice
es de un arpa el tañer de tus senos,
el devenir de los astros fiel danza de amantes.
Una semiótica extraña conforma
el lenguaje del labio,
la historia elemental se agita en el roce
que electrifica los sexos
transmutándolos.
Desollarse sin duda es amar hasta el hueso.
Fornicamos para hacernos nuestros,
injertamos la rama en un nuevo árbol
y brota pujante el híbrido,
mas toda invasión, aun amorosa,
lleva implícita una herida.
oooOooo
Quiero pintar en verso
(a la memoria de Federico García Lorca)
Quiero un soneto hilar de fuego y luna
y tu cielo andaluz poder rozar,
quisiera sin fusil poder trocar
aquel disparo cruel verde aceituna.
Quiero pintar en verso tu amargura
con colores de viento, olivo y cal,
tus lágrimas de luto, furia, sal,
y desterrar tus noches una a una.
Quiero ser del laúd nota sincera
aedo del mar que tú amaste tanto,
loar tu nombre, ansia, vida, pena,
quiero, en fin, ser guitarra, no lamento,
siguiriya espiral, rumba, taranto,
de tu poesía elipse, acorde, tiento.
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Un soneto a la Vida
Toda teoría es gris y solo es verde
el árbol de dorados frutos que es la vida.
—Goethe—
Hoy me sumerjo en el verso y compongo una oda a la vida,
alzo montañas y valles, frugal cordillera, relieves
inverosímiles, nubes danzantes que abrazan los cielos,
cartografía del instante, tropiezo de labios y abrazos.
Vista que ensancha las sendas del alba y tomando su karma
vuela en el pájaro, nada en el pez, comunica el espacio
hasta posar en la rama del árbol sagrado un mensaje
que habla de amor y deseo, de paz, de amistad, de esperanza.
Toman del agua las fuentes sabores de luz, y los peces
nadan soñando encontrar en fugaz remolino sus colas,
es la mañana un ovillo, una extraña mixtura, una acequia
donde discurren las aguas que llevan la esencia del tiempo.
Hoy contaré a mi lector un secreto: ¡no soy un poeta!,
sino un milagro, un arrullo que te habla, ¡yo… soy el poema!
oOo
Como habéis podido comprobar, versos de solera superior.
¡Gracias, Maestro!
Web de Antonio García Vargas:
http://poetaandaluz.blogspot.com
Muchísimas gracias, Mara. Gracias por tu acogida, tu amabilidad y tu demostrada profesionalidad.
Me gusta como ha quedado y te reitero las gracias.
Un abrazo.
Antonio
Gracias a ti, Antonio. Es un verdadero placer incluirte en Arte Fénix y te confieso que he tardado más en subir tu trabajo porque me he visto por completo atrapada en la lectura de tus poemas. Hacía mucho tiempo que no me encontraba con algo así. Te felicito, poeta. Es un placer leerte.
Un abrazo, maestro.
Mara