MaraRomeroTorres

Soma y tú, poesía

Quimera de papel, prosa 

En este ahora del mediodía
se resisten a dormir la siesta las palomas.

Saben que está cerca la línea de cruce
y juegan en ella al dolce far niente.
Si alguna vez perdieron sus alas,
hoy en plumas restauran su horizonte.

Al mirarlas,
pareciera que nacieron para ser eternamente felices.
Nadie piensa si seguir su instinto es libertad o cadena,
como tampoco nadie sabe si hay dolor en sus nidos
o si alguna vez soñaron caminar con mis pies
o sentir la seda de tu piel cuando te abrazo.
Nadie sabe si llevan sus alas el peso de un amor traicionado
o si por la noche miran la luna con la esperanza de encontrarme
en la parte que habito.

Nadie sabe dónde guardan las palomas sus poemas
ni tampoco ha habido quien piense en ellos
y, sin embargo, no descansan su escritura.

Ellas y yo compartimos el mismo instante
y percibimos la débil línea que nos separa y nos une.
Ellas saben siempre adónde enviarme sus poemas
y yo sé a qué buzón aéreo enviarles los míos.

Hoy transitan gozosas el esplendor de la primavera.
Nadie sabe si en algún momento se identifican
con mis estado de ánimo, mis soledades o mis quimeras,
como tampoco nadie sabe en qué momento el aire arrebata sus suspiros
ni cuándo la lluvia mezcla entre sus gotas lágrimas de paloma.

En ese dulce hacer nada con que de soslayo dan todo,
embargan el amargo hacer todo con que cosecho mi nada.

Poema de «Al rayar el alba»
© De texto y foto, Mara Romero Torres

Foto: Plaza Aliatar, Albayzin.

***************

 

OTROS BLOGS

El corazón del viento, con amigos 

Poemas en el camino, antología 

Canela y limón, grandes para siempre 

 

******************