Ricardo Bórnez, España

Ricardo Bórnez, Madrid, 1955. Estudios básicos, de profesión delineante industrial. Poeta autodidacta de fuerte raíz hernandiana. Formo parte del núcleo de poetas canarios que darían origen al movimiento de La Joven Poesía Canaria, al igual que plataforma Círculo de Tinta, al Colectivo “Helicón” y a la asociación La Vida Rima, entre otros, es fundador y coordinador de la plataforma Cultura Indigente.

Ha sido actor y director de grupos teatrales de barrio (Tetuán-Madrid-Aranjuez) y ha ejercido de columnista en diferentes revistas (Cuadernos de Jazz, Mundo Verde, Eclipse) Realizador y presentador de radio alternativa, recitales y eventos (conciertos de música y concursos de literatura popular y musicales).

Ha publicado en Ajoblanco (1975- Barcelona), Eclipse(San Sebastián de los Reyes, Madrid), Es hora de embriagarse…de poesía (Madrid); Atemporia (México); Voces del extremo (Moguer); La hamaca de lona ((Málaga) así como en antologías españolas y extranjeras y en direfentes webs como Las afinidades electivas, Antologia Universal o Youkali.

Ganador librería Cañaberal (Madrid 1970), finalista en Voces de Chamamé (Asturias); Blas de Otero ( San Sebastian de los Reyes); nominado como mejor poeta europeo en el 12º Festival Oriente –Occidente en Cour de Arges (Pitesti – Rumania).

Libros publicados:

Vivir provisional (Editorial Eguzki – 2000)

Apuntes Urbanos (Editorial Los Libros de Umsaloua – 2011)

AUTORRETRATO POÉTICO

Soy un poeta indigente

por que vivo por debajo del umbral de la “Cultura”,

quizá por eso mis poemas se suicidan arrojándose

por el primer punto y aparte.

Soy un desheredado de las editoriales,

no soy vanguardista, experimental, cínico, elitista, ista, ista,

simplemente soy un proletario del verso

que no le gusta esa puta traicionera llamada Fama

que se acuesta con los escritores del “neogaytrinar”.

Prefiero ser una leve brisa, un pequeño viento,

que recoja vuestras palabras y os las devuelva convertidas en verso

al calor de momentos como este, entre vosotros,

que sois, al cabo, de quienes me nutro y a los que debo todo lo que escribo.

CUANDO pienso en ti,

me convierto en manantial

que baña tu cuerpo

inundando tus contornos,

y no hay geografía más hermosa

que la de tus poros donde mis gotas

van sembrando anemonas;

hada entre las hadas.

Me lanzo al vacío,

Ícaro amante,

desde la cumbre de tus pechos

para chapotear en tu vientre virginal

y dividirme en mil,

no dejar rincón oculto por bañar,

en esta fiebre de Zeus húmedo,

de tu perfil amante.

Que no quiero que el sol me toque

para no evaporarme de tu ser,

para no perder las manos

que acogen mi lluvia;

ser fría agua

que endurece tu alma más profunda

bañándote, disfrutando

el enredarme en el valle de tu catarata

abierta al infinito

y volverme uno

con el agua subterráneo

que de él surge,

cuando pienso en ti.

TE abriste a mí,

cuerpo deseado

entre cuerpos perdidos.

Saboreé tus poros tímidos

buscando lo más profundo de ti misma,

y me dejaste entrarte,

entrarnos

para descubrirnos.

Tu piel amante permitió

la belleza de llegarte,

de saborear

la dulzura saladamente salvaje

de tu sexo.

Y quise hacerte única

penetrando en tus confines,

donde nadie llegó

para sentir la felicidad

que se habría a mi lengua

en ese pubis

que se ofrecía en sacrificio

a mí.

Te quise en la humedad

que resbalaba

entre las comisuras de mis labios

buscándote.

Y mis dedos

te penetraron

en busca de tu amor,

alada silenciosa ninfa,

que desgarraron las horas

para poseerte,

para poseernos,

en el quicio del alba.

Amada,

rompiendo las barreras

fuiste

cuando tu boca querida

besó, amo un sexo viejo

para darle vida.

Te di todo lo que supe

para llegar a tu alma,

te penetre

con el ansia

de ser únicos

en esta miseria

que nos ha tocado vivir.

Y sé que no pude llegar

donde tu vagina me reclamaba

ansiosa por ver el universo,

pero te amé,

cierto como que vivo,

sintiendo tu calor de infierno,

deseoso

de llegar tan adentro

que abrieras tus labios

para exhalar un suspiro,

quizá un «te quiero»

que palpitaba en tu pecho, ya marco sin puerta,

a la condena

de un cuerpo rendido

al placer receloso

de ti misma.

Y tú rompiste los días

cuando tus labios,

primero,

después tu boca y tu mano tímida,

se apropió de mi sexo

deseoso de sentirme

por encima de ti.

Me amaste con tu boca y tu lengua

para llegarme;

me montaste

para excitar mi miembro

con tus pechos

aciagos de manos,

de mis manos,

deseosos de caricias,

sin poder negarme

a tu cuerpo

que me abrasaba,

que deseaba.

Y dieron las luces de la mañana

entre sábanas húmedas de amor,

y de tu cuerpo desnudo

contra mi cuerpo desnudo,

querida, amada.


Ojos de Luna Norte

donde quisiera ser rocío

de alborada;

resbalar

desde tus pupilas,

transitando la comisura

de tus labios;

pasar por tu cuello

refrescando

el valle de tus pechos;

surcar el torbellino de tu ombligo

hasta perderme

en línea recta

a la perpendicular de tus caderas.

Coronar tu pubis inquieto de esperanza;

ser Zeus

para llegar a tu ser más querido.

Transformarme en fina lluvia

para resbalar por tu espalda;

soñar contigo sin ti

en horizontes

de curvas acariciadas

por luces de ria

para que un día digas

«te quiero como a mi misma».

MIENTRAS cabalgo la cresta de la ola

Deseosa de bañar tu ría,

Cuento los latidos que quedan

Para aterrizar en el aeropuerto de tu vientre.

En la eternidad entre luz y oscuridad

Vivo en los dedos deseosos de acariciarse,

Busco la piel deseada donde descansar

La agonía de lo cotidiano

Para abrir nuevas sendas

Que atraviesen tu cuerpo

Desde tus labios

A la inmensidad de tus muslos

De mujer abierta

Como un puerto que espera

El atraque del deseo.

Y lavarte y alabarte la espalda,

Rodear tu cintura de coral húmedo,

Acariciar tu aliento con mis labios

Y hacerme con tu cuello élfico.

Quiero ser el todo y la nada

De un segundo donde no llega la respiración,

De sudores de roció

Donde sentirnos eternos.

TE DESPERTARÉ como el roció

Sobre tu cuerpo,

Recorriendo tu geografía en un viaje

Siempre nuevo,

Un viaje deseado en la humedad nocturna

Me mis sabanas

Donde te sueño de punta a punta,

Donde toca cada poro

De pezones sonrosados

Donde coronar con una lengua insatisfecha de tenerte

En eternidad de vigilias.

Bajar por el rápido de tu vientre

Rodeando el torbellino de un obligo que me niega

Que juega a esconderse de mi boca

Para llegar a una cintura enamorada

Y rodear unas ingles que me dejas abiertas

Para que las riegue de cariño,

Mientras me elevas el puerto de tu cuerpo

Donde atracar mi ser entero que te busca

No ya solo en un cuerpo amado

Que suspira, tiembla, empuja,

No ya solo en unos pechos como riscos

Donde estrellar el sinsabor de las horas,

No ya en una respiración agitada que me quiere y desea,

No quiero, quiero estar tan dentro de ti

Que me toques el alma.

PORQUE ya no encuentro

horizontes por los que guiarme.

perdido,

hundido,

masacrado sin misericordia

en lo más íntimo

que puedes llevar en el alma.

Porque la vida se ha convertido

en un mal remedo

de Tarantino.

Porque ya he perdido la consciencia

de lo que significa “amar”

y cada vez miro con más cariño

el filo de la navaja enamorada.

Porque tengo estoy cansado

de desiertos yermos.

Porque nada vale nada

y sigo empeñado en no sé qué

ilusiones perdidas.

Porque busco entre los muertos

que habitan las calles,

esos asfaltos

cada vez más oscuros,

trágicos.

Porque existir

es cada mañana más complicado

sin pensar en los raíles del metro.

No sé, no sé

por qué me permito

seguir este camino

a ningún sitio.

EL OTRO LADO

YA sé que te gusta llegar a casa

y verlo todo arreglado,

todo limpio y en su sitio,

que tengo todo el día para hacerlo,

que buscas cualquier escusa

para hacerme la prueba del algodón.

Sabes que dejé de hacerlo

como acto último de rebeldía;

recurso del pataleo

que no sirvió en 31 años;

solo cuando una vez te dije que me iba

destensaste la cuerda,

pero cuando viste el resultado

todo fue nada.

Sabes que intento vivir

a pesar de lo que me cuesta cada día,

hablar, relacionarme,

aunque sea por internet;

dedicarme tiempo.

No sabes

que cuando llegas

me quedo en el salón

con los nervios a flor de piel

porque no sé cómo llegarás;

si buscaras una excusa para montármela

o me hablaras con palabras cariñosas.

Así poco a poco

he ido dejando que el silencio habite

esta cárcel que fue nuestro hogar,

preguntándome que hago aquí,

por qué no me fui cuando pude,

dejando que la amargura se apoye en nuestra almohada,

aceptando que nuestro hijo me chulee

con tu aquiescencia

por no perder su cariño

mientras yo le sufro

viendo como malgasta su vida

viviendo como un señorito

mientras le pagas sus gastos que no se gana

ni ayudándome en la casa

-es tu proyecto, ya lo sé, yo nunca conté

en él a pesar de tus palabras-.

Sé que me quieres,

supongo que yo también

también te quiero,

pero cada día se me hace más difícil.

Que aquello de hablarlo todo

es una mentira de base

porque solo quieres saber lo mío

y lo tuyo te lo guardas.

Ojalá me saliera un trabajo

porque sé que temes

mi independencia económica;

yo no pedí ser un parado

y que tu fueras la que traes el dinero a casa.

Y muchas veces pienso

por qué extraña razón

no pongo un fin definitivo

a todo este montaje

de cartón piedra.

MIGUEL de autobús clandestino,

de libro sin portada;

adolescencia.

Miguel de despertares,

de aprendizajes;

primeros ripios

a la luz de una luna nueva.

Miguel toro,

maestro,

luz en una oscuridad de cárceles.

Miguel de amores perdidos

al comienzo de la vida

en raídas butacas de cine de barrio;

de amores ganados

en tiempos de descuento

de vástago de potitos

sin zumo de cebolla.

Miguel de «pena con pena y pena»

desayunado

bajo el cielo escarpado

de éste Madrid lleno de rabia,

lluvioso de intelectualoides provincianos

que se miran el ombligo

como tu mirabas la muerte;

creadores de entrepierna

aspirantes a la Real Academia.

Miguel que me acompaña

«cuando el hombre acecha»

porque soy hijo de la tiniebla;

refugio

cuando «me duele hasta el aliento»

Miguel, siempre Miguel,

desde viejo prematuro

a niño enamorado

hasta que me despida del mismo sol y otros trigos,

siempre

«compañero del alma, compañero».

A Miguel Hernandez

Para Antonio Orihuela,

camarada y amigo del alma

POR encima de las falsas apariencias,

de los edificios de metacrilato

donde la “Cultura” esconde sus vergüenzas.

Por encima de los amaneceres programados

desde los más altos mandos de la Nada.

Arrasando el diario consentir

de un Sol cansado de sí mismo.

Desluciendo la descompuesta pose

de los intelectuales de medio pelo.

Socavando la verdad

que niegan los telediarios,

apareces tú,

con ese andar parsimonioso

de degustador de la luz;

con ese hablar lento,

suave, casi de buda sureño…

Y de repente golpeas como un Thor del verso

con tu palabra

con la fuerza de la realidad filtrada

por tus gafas de Lennon.

Es leyéndote

cuando la desesperanza

se hace día

y la negritud de lo cotidianamente aceptado

en ansias de combate.

Pocos quedan,

pocos,

y tú lo sabes,

por eso tu voz

nos es tan necesaria

LA LEY DEL SILENCIO

CALLAMOS,

el silencio ha tomado las calles,

mirando el septimo cielo

silbamos con cara de bobos

con los ojos perdidos en la Nada.

Calamos para todo;

por el trabajo basura,

por la injusticia galopante,

por el despotismo de ultratumba

que cubre las ceras,

callamos.

Callamos para dar una respuesta,

para contestar un comentario;

el dialogo ha muerto,

slo sobreviven las charlas algarabiadas

del balonpié.

El silencio,

que tanto daño hace

se ha convertido en el standard social;

si me dices algo que no me guasta,

callo;

si haces algo diferente a lo que yo hago,

callo;

si no me comprometo o no cumplo mi compromiso,

callo;

si me haces daño y no te pido una explicació,

simplemente callo;

Si me extorsionan a cualquier nivel,

callo:

si me roban el alma,

callo.

Y si no quieres hacer el amor,

callo más que nunca.

Cariño, cariño, es un mundo salvaje,

es difícil sobrevivir con una sonrisa”

Cat Stevens

PEQUEÑA, vivimos un mundo salvaje,

de nada ha servido la Era de Acuario,

seguimos viviendo más que nunca

en un mundo salvaje.

Creímos en cambios que no llegaron,

en horizontes

llenos de flores y dulce hierva,

pero ya ves

seguimos en un mundo salvaje.

Las balas siguen silbando a nuestro alrededor,

el mundo se desintegra

entre guerras genocidas o de aniquilación étnica,

racistas, interesadas;

aniquilación del hombre contra el hombre.

Mi querida,

la maquinaria del mundo salvaje

sigue extinguiendo mundos,

civilizaciones,

y pienso que nuestro amor no es suficiente.

Mientras nos amamos,

dichosos en nuestro placer,

mueren niños en todo el mundo

de hambre,

de negra pólvora,

niños a los que ninguna madre

volverá a amamantar,

y es que vivimos en un mundo salvaje.

Mientras nuestros vástagos

reniegan sin ilusión de lo que no han conocido,

por lo que nunca han luchado,

lavados el cerebro por la información interesada

que no cuestionan,

la gran sombra negra

se extiende por los hogares,

porque vivimos en un mundo salvaje.

Perdimos la Utopía,

nos acomodamos en nuestros sillones de nada

y permitimos la desazón,

que el lado oscuro

contra el que luchamos

tomara la calle y nuestra casas.

Cambiamos los vaqueros, la pana y las gasas

por trajes de Armani

y quién pudo

por una poltrona desde donde poder contar

nuestros flirteos de juventud

con el Mayo del 68

o los hippies de Ibiza.

Educamos a nuestros hijos en la comodidad

alejándolos de la lucha por lo cotidiano,

haciéndoles estómagos agradecidos

de este mundo salvaje

que ayudamos a construir.

Y ¿sabes mi dulce amor?,

cuando miro tus ojos

me sacan del bache,

cuando siento tus labios

recobro la memoria

de todo lo que nos han querido hacer olvidar,

de todo aquello que conquistamos

a base de sangre y rejas

perdiéndolo en una apuesta cobarde;

quiero decirlo

porque me haces vivir

aunque sea en este mundo salvaje.

Sé que no es suficiente,

que somos una isla de amor

en este universo

que se cae a pedazos,

este universo egoísta, insolidario y negro;

pero al menos

cuando me acaricias

siento esperanzas por otro mañana,

y eso me vale.

Vendrán tiempos mejores,

lo sé,

aunque mis ojos no los vean,

porque mientras existan personas como tu

siempre será posible el sueño

de otras playas

camino de Ítaca,

pero mientras tanto,

querida mía,

solo tenemos este tiempo salvaje.

Pero, niña, mi dulce niña,

no sabes el bálsamo que has sido para mis heridas,

para darme fuerza

en esta sociedad de esquizofrenia desatada

donde perdimos todos los sueños,

donde sin ti, todo

apenas vale nada.

Nos vendieron una miseria,

jugaron con nosotros

y ahora nos vemos en estas,

mientras los “neutrales” han vuelto a tomar la calle

y nos venden cultura light,

televisión basura

y política de baratillo y bambalinas;

marionetas

de un mundo salvaje

que defendemos.

Tú y yo muchacha,

estamos al margen,

nuestras caricias,

nuestra palabra,

nuestros cuerpos viven al margen de ellos,

y eso les resulta molesto,

no les gusta

y nos criminalizan

como hicieron en los tiempos oscuros

porque son los mismos con diferentes caras,

y en sus mentes no existe el amor

solo el sucio dinero manchado de sudor ajeno.

La isla de White ya queda muy lejos,

los colores del Donovan se quedaron en blanco y negro,

la respuesta ya no está en el viento,

está en los bolsillos de los acaudalados;

ya no sé si volveremos junto al viejo Pete,

pero si sé que está cayendo la gran lluvia

que pronostico Dylan;

que ya no somos árboles junto a la rivera

a pesar de no, no, no nos moverán que estribilleaban los progres

que después,

en coches oficiales nos movieron el bosque

para convertir la piel de toro

en un mundo salvaje.

Pero mientras tu estés,

mientras tu cuerpo de aliento a mis pasos,

mientras quieras entrelazar las manos

en el pico del alba,

seguiré teniendo fuerzas

para enfrentarme a este mundo salvaje.

LA Luna es

como el filo de una navaja,
dulce

y tranquila

como una noche sin estrellas
como una planicie de nada;
como la vida
que quieres arrancar

gota a gota

de tus venas.

NIEGA, confirma, otorga

complaciente,

mudo como él solo.

Vacío como una pantalla en blanco,

como un teclado sin manos,

como la llamada que nunca suena.

Inmenso

como el océano;

seco

como un muerto en el desierto.

Neutro como el sexo de los ángeles,

como la noche anterior a la noche.

Solitario como la soga sin ahorcado,

como el anacoreta;

como el lobo estepario.

Misero como la pulla del picador,

como un collar de castigo;

como los fantasmas que nunca duermen.

Hiriente,

siempre duele;

el silencio.

Nos vendieron una piscina sin agua

y nos tiramos de cabeza;

nos vendieron una Kawa sin gasolina

y con el motor gripado,

y la compramos.

Nos vendieron

pósters de jardines idílicos

al más puro estilo naife,

y también los pillamos.

Pero al despertar

nos dimos cuenta aterrados

que todo era un erial yermo

donde no puede crecer nada.

Nos habían robado los sueños,

las ilusiones

pergeñadas entre barrotes,

y ya no queda nada, nada…,

ni la esperanza.

Para mi amiga Alejandra, un faro

en un mundo perdido.

OJOS de ángel,

tus iris colmados de estrellas,

labios ensoñadores de horizontes,

¡quién despertára en tus labios!

Maravilla que enternece y eterniza la noche,

hada de un mundo

que se desespera para encontrar ilusiones.

La noche encendida

en ti,

la noche

en tus manos

que abrazan un alma fénix.

Sin ti,

la noche perdida,

soledad de calles pobladas,

el silencio más absoluto.

Y lo perdimos,

la impotencia dejó de estar en el diccionario

y todo se convirtió

en quejadumbre contemplativa.

Las luciérnagas del intelecto,

traicionando a su origen de dar luz,

se convirtieron en hiedras del lado oscuro;

sus herederos,

las luciernaguitas,

aleccionadas,

abandonaron las calles

para intentar llegar a los palacetes

mirándose el ombligo.

Y volvió la progresía

es rama artera que intenta jugar a dos bandas,

esa canalla que adula y traiciona,

y que al final siempre, siempre calla.

Cuando se necesita alzar la voz,

ellos están,

temerosos del sistema que aceptan.

Nada hacen aunque lo quieren todo,

pero les da miedo

que las fauces del dragón

los convierta

  • nuevamente-

en oscuridad

alejados del glamour de los titulares de prensa fácil .

Ególatras indolentes

hacen certámenes, encuentros

que llaman, mintiendo a la razón, alternativos;

alternativos a ¿qué?.

pregunto como un niño con un chupa-chup ante un payaso,

¡si somos iguales,

calcaditos a los que criticamos en un escalafón inferior,

sirvientes de un sistema corrupto que nos fagocita!.

Dirigiéndonos a nosotros mismos

soñamos estar creando conciencia,

mientras las calles siguen esperándonos

y distraen la espera con colores púrpuras

de neón en la caja tonta,

dormitando en espera de que alguien les despierte.

Pero nadie lo hará,

todos reniegan de la pobre masa inculta,

-“nadie nos ha pedido cambiar el mundo”

alardean algunos

para calmar su conciencia-

porque un intelectual,

del color que ondee su bandera,

no puede mezclarse con la plebe,

con esa plebe que les da de comer

a veces no solo para sus cantos épicos.

Todos los “artistas” estamos ocupados

en otras cosas más importantes y trascendentes

como mirarnos el ombligo.

A la mierda

¿CUANTO tienes que llorar

para confundirte con la lluvia?

¿Cuántos corazones tienes que matar

para dejar de sentir tus latidos?

¿Cuánto alma cuesta un segundo

para oler una rosa?

¿Cuánto sentimiento tienes que asesinar

para ver un amanecer con mar calma?

¿Cuántas veces tienes que morir

para que alguien extienda la mano?

¿Cuántas vidas has de reencarnarte

para que un buen alma de Senchuan

escuche tus silencios?

Y no me digáis que la respuesta está en el viento.

MI padre tiene 84 años.

De joven estuvo en la guerra civil

haciendo paquetes para el racionamiento,

en el bando republicano.

Cuando los golpistas ganaron

le detuvieron junto a las 13 rosas y todos los demás,

era el más joven,

14 años,

14 años cuando le hicieron un simulacro de fusilamiento.

Le conseguía papel de plata a Marcos Ana

para que hiciera “submarinos” con sus poesías.

Conoció a Miguel Hernández,

fue amigo hasta la muerte de Buero Vallejo.

Con la tercera restauración borbónica,

le ofrecieron un cargo en el partido,

pero prefirió continuar junto a su gente

en su Tetuán de las Victorias.

Dejó de ser vocal en el ayuntamiento,

le montaron un homenaje en el que casi se duerme,

con placa honofica

que guardo en un cajón,

entre la ropa que no se pone.

Fue a Carabanchel para evitar que la derribaran

y volvió con una arritmia

cuando vio a los usurpadores

haciéndose fotos bajo las pancartas.

Le vi maldecir

al ver las imágenes del derribo,

ver caer los ladrillos que había colocado

junto a otros presos políticos.

Mi padre, a sus 84 años

un día nos dará un susto

para irse hacia el universo.

Y cuando eso suceda,

lo que reivindicará no será

el simulacro de su fusilamiento,

la condena a muerte,

su lesión coronaria

por las palizas en la DGS,

su detención después del asesinato de Grimau

o en un 1 de Mayo

en que lo detuvieron en mi presencvia,

los registros en su casa,

los años de sacrificio y lucha en su barrio…

No,

lo único que reivindicará

será la III República,

esa República

que yo tampoco veré

pero que recojo como testigo

para entregárselo a mi hijo

y a los hijos de mi hijo.

NO se puede;

no se puede tener sin ir

comprar al peso el sentimiento

desde el calabozo de la mente.

No se puede “ir viendo”

si no sales del quicio de la puerta del corazón,

si no das una oportunidad a los días.

No se puede buscar antes de que amanezca;

dar por sentado un futuro de dos con uno.

No se puede, no se puede

por mucho que lo hagamos.

No supe amar

hasta que ,

mirándome en el espejo te vi a mi lado,

hasta que me dí cuenta

que tu camino estaba junto al mío

sin fundirse.

No puedo jurarte un futuro eterno,

a penas puedo jurármelo a mi mismo,

pero sé

que mientras sienta tu aliento,

mientras me importe

mirarte a los ojos cuando duermes

un día detrás de otro,

desearé envejecer junto a ti.

Y es que tampoco quiero

soñarte entre estrellas que nacen y mueren

de un día a otro,

entre los horizontes estrechos de un tú o un yo.

Caminamos

dándonos la mano, pero mañana puede que nos soltemos;

por eso ahora te agarro con fuerza,

porque solo este momento,

este segundo

en el que siento tu presencia,

es el único momento cierto de nuestro amor.

Cajitas en la colina, cajitas de tic-tac

Todos somos cajitas, todos cajitas.

Pequeñas cajitas, todas igual”

Peet Seeger

Sí viejo Peet,

Seguimos siendo cajitas de tic-tac.

¿De qué sirvió Vietnam,

El movimiento hippye,

Kerowk, LA Sorbona del 68,

Woodstock, la isla de White?

¿Dónde está Joan Báez

Cantando a Saco y Vanzetti?

Los colores de Donovan

Se han quedado en blanco y negro.

¿Ves Puig Antic?

Ya solo te recuerdan para vender periódicos.

¿Ves Lluis?

ya tu gallina no canta “Visca la Revoluçio”,

porque ya no es de granja si no de criadero.

La estaca sigue podrida

Pero ahora pesa más que nunca,

Pocos quieren tirar de ella.

Ya lo decias:

no es esto, compañeros, no es esto/por lo que han muerto tantas rosas”

El pueblo sentado está más descansado

Decíamos los ya demacrados progres de los 70,

Y parece ser que es verdad,

Sobre todo ahora…,

Delante de la caja tonta;

Demasiado descanso.

Y aunque somos más “realistas” que nunca,

Ya no pedimos lo imposible.

Quizá León Felipe tenia razón

Y en España “ya no hay locos,

Todo el mundo está cuerdo, terriblemente, absurdamente cuerdo”

No pedimos que paren el mundo para bajarnos,

Porque si nos fuéramos a otro lo joderíamos igual.

Ya ni siquiera pedimos el poder de la Utopia,

Pero reivindicamos el estribillo de “Cabaret”:

Money,Money,Money”.

Si, viejo Peet,

Seguimos siendo cajitas de tic-tac,

Y aún son verdes, amarillas, rojas,

Todas igual.

SI dudas de un beso,

dudas de las caricias del mar a la playa,

de los besos de la luz primeriza del día

a los trigales,

de las lágrimas del sol del ocaso

despidiéndose de los campos.

Si dudas de un beso

dudas de la placidez de la luz tenue

de Luna llena

arropando a unos amantes

en un soportal perdido del tiempo

reflejándose en los adoquines de la calle.

Si dudas de un beso

dudas de la soledad

de sabanas empañadas de sueños,

del silencio de una almohada acariciada

hasta el desazón

de la luz solitaria del amanecer.

Si dudas de un beso

dudas del cuerpo que acariciaste

dejándote la piel en él,

porque solo fue deseo

lo que guiaron tus manos,

porque tras los poros sudorosos

no existía nada,

solo unas horas de placer

de dos personas que se confunden

entre sus soledades

en lo más externamente interno.

Si dudas de un beso

todo se acaba

con la resaca de un adios,

o con la siguiente aventura de otro cuerpo a explorar,

otra geografía en la que buscas

si su beso sustituirá al anterior,

en la duda de tu sentimiento,

en la duda del otro corazón besado.

PROMETI no volver a la sombra

reflejada en el asfalto,

al amor destrozado

a mordiscos de farolas.

Lo prometí,

es cierto,

pero es que no dejan de dolerme

las herida de las arañas solitarias

cada vez que miro las aceras

llenas de “barbis” de uno y otro lado

con las manos llenas de nada.

Y es que seguimos anclados

en desiertos,

en un mundo de corazones desportillados

que no gritan

porque nadie escucha.

Corazones acorazados

a la realidad

como una central nuclear,

solo amamos el rojo descafeinado.

Dados a la razón

nos declaramos

la nada.

Logramos que 24 horas

sean el orgasmo de un todo inexistente.

Somos globalmente individualistas,

¡olé la cuadratura del círculo!.

Y al final solo somos

lo que queremos ser:

el escorbuto de un mundo

que muere…poco a poco

inexorablemente.

DEPRESIÓN

UN dedal lleno de esperanzas

cayendo a un pozo sin fondo.

La garganta ahogada;

paredes pulida sin asideros.

Abrir el regadío de las arrugas

cuando nadie te mira

y se cae el alma

de entre los dedos

como un niño de espuma.

A un lado el futuro impensable,

al otro un pasado marchito

de frente la Nada.

Si no fuera por ti,

la Luna seria un agujero negro,

los días serian asfalto

y los sueños espejos cóncavos.

Si no fuera por ti

el calendario

solo seria papel sin recuadros,

las horas no tendrían relojes,

los hoy no tendrían futuro.

Si no fuera por ti

la nada seria más nada,

los momentos letargo,

el making off

de una película nunca estrenada,

las fotos de los periódicos

que nadie mira.

Si no fuera por ti

el amor seria menos existencia,

los sentimientos más lagrimas,

los océanos

menos salados.

El todo seria nulo,

la noche amarga,

la esperanza nada,

si no fuera por ti.

A VECES la noche pesa más en los bolsillos

que las lágrimas de las constelaciones.

Darías el vacío de tu pitillera

por un corazón;

un ritmo de jazz,

un blues borracho

caminando

por una Gran Vía desierta.

Por un tren hacia el infinito,

todo,

menos el tu

de fantasma de ópera que te persigue;

todo

menos la penúltima noche

del penúltimo día.;

canciones

que agrietan.

Salir y volver;

repetir siempre la misma frase

de actor secundario.

Al menos

a veces se quiebra la oscuridad,

y surge alguien con cara de ninfa o elfo

que reposa en tu mente

un nuevo planeta por crear.

Solo por eso,

tan solo por eso,

vale la pena seguir existiendo.

LA ESPERA

UN orgasmo perdido,

un espejo opaco

si reflejo,

un pasaporte sin destino;

una lumi

sin clientes.

Una calle sin asfalto,

un cielo raso,

una noche sin día;

un niño

sin reyes magos.

Una estepa sin lobo,

un mar sin olas;

Dorian Grey sin retrato.

Un sueño sin sueño,

las horas sin reloj;

el atardecer sin sol,

desierto sin dunas.

El teléfono sin llamadas,

la pantalla en blanco.

Solo espera…

…al tren del desconsuelo

si subes

no es tan fácil bajarte…”

J.Sabina

LAS mujeres que besé nunca se llamaron Marlen,

subí las escaleras de la ilusión

hasta que patiné

por la cuesta hacia el infierno.

Rondé la gloria,

pero la esquivé

porque no creí en ella.

Anduve por los callejones estrechos

por donde solo habitaban las lumis,

surqué las aceras vacías

para contarles mis ilusiones.

Amé como me dejaron,

nunca como hubiera querido.

Pasé de los espejos cóncavos

a los espejos convexos

mil veces,

y entre medias

solo encontré silencio,

vaho en un escaparate

donde nunca encontraba mi reflejo.

Quise ser universo

y me quedé en quimera;

quise ser cielo

y me quedé en miseria.

Anclé en puerto

y me olvide de Itaka,

y cuando recuperé el sueño

ya todo valía nada.

BOMBAS SOBRE IRAK

LLORO por ti, pueblo de Irak,

no tengo tiempo para la lírica,

solo paz la rabia

y la impotencia.

Los asesinos

han soltado maná de fuego

sobre vuestros ojos

y ya corre sangre inocente

por las calles de Bagdad.

Lloro por ti, mujer,

que perderás a tu hijo,

que no veras crecer a tu retoño.

Lloro por los niños

que crecerán en el odio

porque les robaron

el cariño de sus padres.

Por los viejos

que verán interrumpido

su tranquilo ocaso

después de una vida de sacrificios;

por los padres

que no podrán

dar vida a sus hijos

por un mundo mejor.

Y yo no puedo hacer nada,

solo levantar mi voz

contra las mandíbulas asesinas

que desgarran la vida

que siembra el desamparo

de un pueblo agónico.

Hoy no puedo hablar de amor,

solo puedo hablar de rabia contenida

que golpea mis venas.

Hoy, nuevamente,

llueven bombas sobre Irak.

ELLA no te dirá

que ha caído

la cortina de las estrellas,

que la luna llora

en la barra

de un bar sombrío,

que los neones

te miran por encima del hombro

porque ya no les hablas de tú a tú.

Que la noche

te arrulla

con música de blues,

que no hay nada

después del dolor

de un cristal roto.

Que los sueños sueños son,

que en la calle del gato

el amor se refleja

en los espejos cóncavos

y se pinta los labios

con árnica.

Ella no te lo dirá,

pero tu ya lo sabes.

PASEO por la calle de los melancólicos,

es otoño y llueve.

Los recuerdos se cuelgan de los párpados

y hacen slalon por la mejilla,

caen a la acera ya cansada,

ya surcada de pasos.

Esta noche,

tan mía,

tan noche,

solo vivo para manos caídas.

Voy dando tumbos

sin saber donde encaminarme,

sin saber donde he dejado

las gafas de la vida.

Mañana saldrá el sol,

o no,

pero saldrá el alba.

Mañana,

quizá mañana

sea ya tarde para todo

o demasiado pronto para nada.

LOS SONIDOS DEL SILENCIO

EL SILENCIO tiene sonidos;

¿no escucháis

ese quejido

en algún rincón

de un alma aparcado;

las voces

en un lugar perdido

de un callejón perdido

en una noche sin tregua;

las llamadas no contestadas

colgadas

en los cables?

¿No escucháis

el sonido

de unos ojos

que buscan ansiosos

romper

el silencio mismo;

unos dedos

que escriben en el aire

el deseo más preciado;

el rasgar

de sentimientos rotos;

el deseo

delante del paredón

de la duda?

¿No sentís

las lagrimas

angustiosas

de la indecisión;

las ondas de amargura

que produce

el trasvase

entre lo ajado

y lo roto?

¿Acaso vuestros oídos

son huecos6

a la sinfonía de nuevos soles,

al choque esperanzado

de la duda?

Si no escucháis todo esto,

si sois incapaces

de oír en el silencio,

no solo estáis sordos,

también estáis ciegos.

Sus webs:

http://culturaindigente.blogspot.com/

http://steppenwolf-vientosdelpueblo.blogspot.com

http://groups.google.com/group/cultura-indigente

Portadas de sus obras y de las antologías en las que aparecen trabajos suyos:



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